sábado, 27 de agosto de 2011

La Bombi y el Lugar del Crimen

Caminaba pensativo hacia Riazor junto con el otro miembro con el que en mi casa formamos la mayoría cualificada a la que nos gusta el fútbol, bajo un sol de octubre y ese alisio frío que en Coruña se llama viento Nordeste, con la sensación que el asesino debe de tener cuando de forma irracional vuelve al lugar del crimen; cuando se vuelve al lugar donde la fechoría se hizo carne tres meses atrás con un cómplice alopécico y depresivo. Y caminaba hecho un mar de dudas, enfundado en una camiseta con el cuello tatuado con el nombre del equipo que atesora todos los títulos posibles de un fútbol siempre minifundista y restador como es el fútbol gallego, sobre cómo afrontaré y afrontará el equipo una marathón de 42 partidos en una categoría en la que mirar de reojo es señal de perderlo, o para que el penalti se haga vida, debe surgir al menos la mitad de la masa encefálica del agredido, o que su pierna aparezca en la rotonda de la Torre de Hércules.


Volvía el Depor al lugar de donde salió cuando era para muchos sólo el deportiviño, aquél grupo de once hombres que vagaba por una España con el mismo autobús un año sí y otro también, donde transitaba por aquellas carreteras donde adelantar significaba arriesgarse a encontrarse de frente a todos tus recuerdos en diapositivas, antes de que tu medio de transporte se convirtiera en pieza codiciada del chatarrero del lugar. Y volvía con un mar de dudas de cómo se adaptaría a la nueva categoría, de quién surgiría el primer hachazo o el primer achique de espacios tan propio de la segunda, pero con una afición a la espalda que en los fondos del estadio respondió a pesar de la tentación de una playa que llamaba a lo lejos, pero que sólo afectó a las gradas de rentas teóricamente más altas.


Comenzó el partido con un gol de Colotto al estilo de ¿he sido yo? y con un Manu en la portería visitante al estilo de Nino Bravo en lo de cantante. Parecía que la leyenda que sabían los más viejos del lugar, aquellos que sí recordaban al deportiviño, de sufrir y pedir la hora un día sí y otro también, iba a ser un cuento más de viejos para asustar a los más jóvenes. Parecía que la camiseta blanquiazul tuviera para un equipo onubense oxidado y sin ideas los faros de luces largas propios de un camión desbocado que se te echa encima prometiéndote un aplastamiento rápido e indoloro. Pero lo que parecían ser los minutos musicales propios y previos a aquél programa de la tele que llevabas esperando tanto tiempo, a medida que el partido se iba consumiendo, se parecían cada vez más a la música del cuarteto de cuerda del Titanic, con una defensa en la que Colotto eclipsaba a Manolo y a Aythami, y a la espera de un Ayoze en fase de aclimatación, no se sabe si a sus paisanos o al verdor de la hierba.


Seguía el Depor tocando el balón con el vértigo de no querer hundirse en un centro del campo convertido en antimateria con una dupla Jesús Vázquez-Alex que tiene que dar más de sí y no convertirse en un agujero negro que acabe arrastrando a un Valerón hoy sumergido entre un bosque de piernas negras como Stanley en el Congo, o un Tiburón Alvarez que parece nadar mejor en las aguas turbias de segunda que en las claras de primera, donde al submarino que te dará las tuyas y las de un bombero, lo ves venir desde Logroño.


Se vió también la voluntad de cambio y aplicación de un Guardado que se fajó contra todo y contra todos, y al que casi le sacan por la espalda con una tarjeta de visita con tacos de goma, la tarjeta de embarque en el trineo de Santa Claus destino Dios o Lendoiro saben dónde. Un Aranzubía vestido de rojo sangre que parecía una indirecta ante la falta de hematíes de una defensa a la que le sacó los colores [rojos] con unas paradas soberbias y que le hacen acreedor un año más al trofeo de mejor jugador, y van... Y un riki al que aún ahora cuando estoy escribiendo esto, me azota la duda de saber si lo que le hace falta es un manual de autoayuda o uno de instrucciones sobre cómo y donde hay que meter la bolita; o un Lassad al que no se sabe si le afecta el ramadán o la falta de partidos, a un Salomâo que por ahora parece más a un Salchichâo que otra cosa.


En fin, sólo cabe en esta hora del comienzo llamar a indulgencia plenaria de aquellos que como Homer Simpson en el submarino era su primer día, y quizás fichar a aquél torero de la peli de Berlanga que se llamaba limeño, no por la Lima del Perú, si no por la de ajustar, para que se pulan y pronto todos aquellos defectos que no nos hagan decir que un partido se gana sólo por la camiseta y no por una maquinaria bien engrasada (y pulida). Y aún así, no sé vosotros, pero yo sí, hoy se vió más futbol en 10 minutos que en todo el año pasado con el Calvo Innombrable. Como decía la Bombi: por que seráaaa...?










martes, 9 de agosto de 2011

El Barco de Belén Esteban

Muy Buenas:
Escribo esto en plena navegación entre Casablanca y Agadir, en la costa de Marruecos. Hace niebla, sopla viento alisio (Nordeste), y navegamos de través frente a una mar tendida con olas de 1,5 a 2 metros. El barco se mueve bastante, es lo que tiene navegar perpendicular a las olas y a 100 millas de la costa, sin ver tierra por parte alguna. El barco es para ponerle un marco (y cabría dentro), con una piscina que más que piscina es la alberca en la que los cerdos se bañan en cualquier pueblo perdido de la España Profunda. En la tripulación los españoles brillan por su ausencia: salvo Estados Unidos, Guyana, Surinam y San Vicente y las Granadinas, tenemos tripulación de todas las naciones de América, con lo cual si nunca has estado en Sudamérica o has tratados con ellos, no les entiendes un pimiento (yo, algo).
La comida es digna de un hotel de los que salen en antena3 en Arena Mix o en Callejeros en cuatro, a ver si me entiendes. Es como cuando vas al mercadillo y te encuentras bolsos de Luis Butrón, camisetas de asidras, o relojes Rolex con dos erres, pero en plan gastronómico: uno no es que busque que le den faisán a las uvas mientras un cuarteto de cuerda toca la sonata en sol mayor nº1 de Bach, pero tu estómago es tuyo, y lo que te pide es al menos un poco de cariño…
La bebida… tampoco estamos en Vía Véneto, Barcelona, Spain, donde un GinFizz o un Martini bien servido te hacen levitar hasta el punto de subir a Montjuich sin ayuda del teleférico, pero… no sé en el vuestro, pero en mi pueblo al mojito NO SE LE ECHA HIERBABUENA.
Las excursiones, lo más potable del barco, quizás un poco caras pero acordes con lo que hay que ver: Cádiz son 12 kilómetros cuadrados, hermosísimos pero 12 al fin y al cabo, y Casablanca, aparte de la mezquita de Su Majestad Hassan II, de grato recuerdo entre los españoles, sobre todo su Santa Madre, pues no hay mucho más que ver aparte de una ciudad de 6 millones de habitantes, con un tráfico caótico, donde los semáforos no cuentan, las señales de stop son de lo más originales escritas en árabe, y donde media ciudad está levantada para meter el tranvía, como forma [fallida] de aliviar el problema del tráfico, y con el puerto más grande de Marruecos pero en tamaño, a medio camino entre Vigo y Las Palmas de Gran Canaria.
Pero lo peor y más sangrante del barco, es… ayyyy, el pasajeeeee…
Decía alguien en este país en los años 60 aquello de “cómo ha cambiado este país, ahora viaja cualquiera”, pero lo decía en el buen sentido de la palabra, sin tintes peyorativos.
Pero después de tres días de navegación, las palabras antes citadas no pueden ir, y bien que lo siento, en el peor sentido de la palabra: gente que se abalanza sobre las puertas de los restaurantes, y el mâitre cuando las abre de par en par, se aparta a toda prisa como cuando abren los toriles de la Cuesta de San Antonio en plenos Sanfermines; gente que no se lava antes de meterse en la alberca, digo, en la piscina; gente que te lleva las sillas de tu mesa sin preguntarte si están ocupadas o no; gente con la que vas de excursión, les dicen que no hagan fotos y/o no usen flash y te ciegan con una supernova del tamaño del sistema solar, etc., etc., etc.
Pero lo más surrealista de todo, y que define a la Tropa que navega en este falucho, es lo que acabo de ver: Ilustres Marinos de Secano Con Marcado Acento Cordobés pidiendo la hoja de reclamaciones porque el barco se mueve con las olas… Virgen Santa… hace no mucho, escuché en la radio a un directivo de agencia de viajes que le gente debería de ser o aparentar ser un poco menos Cateta a la hora de viajar, puesto que a él le habían llamado un domingo por la tarde en agosto preguntando por qué en una calle de Roma sólo se podía ir por una sola dirección.
¿Causas? ¿Porqués? ¿La culpa de todo la tiene Belén Esteban y/o Rubalcaba y la LOGSE? Vaya Usted a saber, pero, desde luego, hay que tener un poco más de cultura, ver menos la tele, embrutecerse menos babeando cómo se matan Madrid y Barcelona, y saber que en un barco, las normas son como las de un hotel, con la salvedad de que flota… y a veces hasta incluso, como le susurró galileo a su perro en el oído, “eppur si muove” [a veces] se mueve…

El Barco de Belén Esteban

Muy Buenas:
Escribo esto en plena navegación entre Casablanca y Agadir, en la costa de Marruecos. Hace niebla, sopla viento alisio (Nordeste), y navegamos de través frente a una mar tendida con olas de 1,5 a 2 metros. El barco se mueve bastante, es lo que tiene navegar perpendicular a las olas y a 100 millas de la costa, sin ver tierra por parte alguna. El barco es para ponerle un marco (y cabría dentro), con una piscina que más que piscina es la alberca en la que los cerdos se bañan en cualquier pueblo perdido de la España Profunda. En la tripulación los españoles brillan por su ausencia: salvo Estados Unidos, Guyana, Surinam y San Vicente y las Granadinas, tenemos tripulación de todas las naciones de América, con lo cual si nunca has estado en Sudamérica o has tratados con ellos, no les entiendes un pimiento (yo, algo).
La comida es digna de un hotel de los que salen en antena3 en Arena Mix o en Callejeros en cuatro, a ver si me entiendes. Es como cuando vas al mercadillo y te encuentras bolsos de Luis Butrón, camisetas de asidras, o relojes Rolex con dos erres, pero en plan gastronómico: uno no es que busque que le den faisán a las uvas mientras un cuarteto de cuerda toca la sonata en sol mayor nº1 de Bach, pero tu estómago es tuyo, y lo que te pide es al menos un poco de cariño…
La bebida… tampoco estamos en Vía Véneto, Barcelona, Spain, donde un GinFizz o un Martini bien servido te hacen levitar hasta el punto de subir a Montjuich sin ayuda del teleférico, pero… no sé en el vuestro, pero en mi pueblo al mojito NO SE LE ECHA HIERBABUENA.
Las excursiones, lo más potable del barco, quizás un poco caras pero acordes con lo que hay que ver: Cádiz son 12 kilómetros cuadrados, hermosísimos pero 12 al fin y al cabo, y Casablanca, aparte de la mezquita de Su Majestad Hassan II, de grato recuerdo entre los españoles, sobre todo su Santa Madre, pues no hay mucho más que ver aparte de una ciudad de 6 millones de habitantes, con un tráfico caótico, donde los semáforos no cuentan, las señales de stop son de lo más originales escritas en árabe, y donde media ciudad está levantada para meter el tranvía, como forma [fallida] de aliviar el problema del tráfico, y con el puerto más grande de Marruecos pero en tamaño, a medio camino entre Vigo y Las Palmas de Gran Canaria.
Pero lo peor y más sangrante del barco, es… ayyyy, el pasajeeeee…
Decía alguien en este país en los años 60 aquello de “cómo ha cambiado este país, ahora viaja cualquiera”, pero lo decía en el buen sentido de la palabra, sin tintes peyorativos.
Pero después de tres días de navegación, las palabras antes citadas no pueden ir, y bien que lo siento, en el peor sentido de la palabra: gente que se abalanza sobre las puertas de los restaurantes, y el mâitre cuando las abre de par en par, se aparta a toda prisa como cuando abren los toriles de la Cuesta de San Antonio en plenos Sanfermines; gente que no se lava antes de meterse en la alberca, digo, en la piscina; gente que te lleva las sillas de tu mesa sin preguntarte si están ocupadas o no; gente con la que vas de excursión, les dicen que no hagan fotos y/o no usen flash y te ciegan con una supernova del tamaño del sistema solar, etc., etc., etc.
Pero lo más surrealista de todo, y que define a la Tropa que navega en este falucho, es lo que acabo de ver: Ilustres Marinos de Secano Con Marcado Acento Cordobés pidiendo la hoja de reclamaciones porque el barco se mueve con las olas… Virgen Santa… hace no mucho, escuché en la radio a un directivo de agencia de viajes que le gente debería de ser o aparentar ser un poco menos Cateta a la hora de viajar, puesto que a él le habían llamado un domingo por la tarde en agosto preguntando por qué en una calle de Roma sólo se podía ir por una sola dirección.
¿Causas? ¿Porqués? ¿La culpa de todo la tiene Belén Esteban y/o Rubalcaba y la LOGSE? Vaya Usted a saber, pero, desde luego, hay que tener un poco más de cultura, ver menos la tele, embrutecerse menos babeando cómo se matan Madrid y Barcelona, y saber que en un barco, las normas son como las de un hotel, con la salvedad de que flota… y a veces hasta incluso, como le susurró galileo a su perro en el oído, “eppur si muove” [a veces] se mueve…

viernes, 29 de julio de 2011

DIEZ (10) RAZONES PARA UNA APUESTA

Muchos son los que cuentan, y no paran, maravillas sobre la sabiduría del refranero popular, cosa que no siempre es cierta y/o exacta, muy especialmente en aquél que dice que “a la tercera va la vencida”. Pues no. Y no siempre: y la cosa viene a cuento por (al fin!) la convocatoria de elecciones generales. Se ha disparado el pistoletazo de salida por el Innombrable, al que no me hubiera extrañado que se hubiera volado la tapa de los esos al disparar la pistola, tan Lúcido y Lucido él...
Que no. Ni a la tercera ni a la quinta: no es el chalet de la Moncloa lugar para el Sr. Registrador Titular de la Propiedad de Santa Pola, Alicante, Spain. Ni por ésas, y menos teniendo delante a un siniestro fajador como el Sr. Rubalcaba, especialista en localizar vigas, viguetas y cinturones (gürtels) en ojo ajeno. Ni con 150 puntos porcentuales de ventaja, al estilo de aquellos referendums de la dictadura de Franco, en los que hasta los muertos votaban. ¿Y por qué? Pues por diez causas, diez, cuales mandamientos divinos:
1.- Los datos económicos a Noviembre: la fecha no está escogida al azar, no se ha dado puntada sin hilo en este tema. En noviembre ya están disponibles los datos económicos del trimestre pasado, en donde siempre se produce una mejoría de la situación económica de carácter estacional, cual es el verano y el consiguiente empuje del turismo, con unas previsiones más que buenas, debido a que nuestros habituales huéspedes europeos ya han hecho los deberes [económicos] y por los problemas en todo el mundo árabe. Con un agitador profesional como el Sr. Alfredo, y un aparato de Propaganda a su servicio (RTVE, el Grupo Prisa, etc,) hasta un alga microscópica sería un camión entero cargado de brotes verdes a punto de reventar la caja y los ejes del mismo. Veremos, veremos cómo nos intentan vender la botella medio vacía como mitad líquido y la otra mitad gas propano...
2.- La fecha: qué mayor tentación para la socialdemocracia bienpensante que destruir de una vez y para todas una fecha tan mítica y tan aherrojada en la memoria de muchos españoles, sobre todo los más mayores, y transformarla en forma de celebración de otra victoria más de un partido/colectivo con un Insensato al frente, que nos ha llevado al abismo político y/o económico en el que estamos. El sólo pensamiento de que esa posibilidad exista, es ya un motivo más que suficiente para motivar a mucha gente, por ese sentimiento tan español de meter el dedo en el ojo al prójimo por el simple hecho de “jorobar”.
3.- Un posible fin de ETA. A título personal me parece la menos plausible, pero no por ello descabellada. Es un hecho obvio, y más desde lo que ha sucedido con la izquierda abertzale, y su re-legalización a costa de presionar hasta el límite a un Tribunal Constitucional periclitado, que tal circunstancia se produzca. A nadie debería escandalizar el darse cuenta que a pesar de los muertos, del insulto a las víctimas que toda negociación con una banda terrorista supone, ésta ha seguido adelante, con concesiones más que vergonzosas y evidentes, cuando más acorralada y vencida estaba ETA. Si eso fuese posible, al precio que fuese tal abandono, sería una noticia que arruinaría toda posibilidad de victoria por parte de la ¿oposición?.
4.- Gürtel: no basta con que el “amiguito del alma” haya dimitido... la corrupción sigue vigente e instalada en el PP, y aunque los hasta ahora ocupantes del sillón azulo no son los más indicados para señalar corruptelas (MercaSevilla, ERE’s, Chaves&Family, el Faisán...), la maquinaria AgitProp va a sacar todo aquello que huela a este caso y más, independientemente de si tienen razón o no y de la presunción de inocencia que se supone tiene derecho todo hijo de vecino. Al tiempo...
5.- La “desaparición del Faisán”: olvidémonos de este caso, uno de los más vergonzosos de la Historia de nuestra democracia. Vistos son los movimientos últimos por parte del Juez del 11-M Gómez Bermúdez (qué decepción con este hombre, Dios) de minorar los gravísimos cargos que se imputan a la cúpula de Interior para que salgan de la Audiencia Nacional y se aparquen como un caso más en un perdido Juzgado de Irún.
6.- El 15-M. No deja de ser curioso que uno de los mayores valedores del Innombrable, el Sr. Botín, haya hecho un movimiento como el de aplazar las cuotas de los préstamos a los parados, cual reivindicación atendida de un movimiento cívico con más sombras que luces, y a sólo 24/48 horas antes del anuncio del adelanto. Curioso, curioso ¿cuál va a ser el próximo movimiento, asistido o no, para absorber un movimiento que ha sorprendido a propios y extraños?
7.- La participación. De todos es sabido que una participación alta diluye las posibilidades de una mayoría absoluta del PP, cosa que no solo el PSOE, si no el le resto de fuerzas políticas, empezando por los nacionalismos, desean evitar a toda costa. Sabido es el carácter disciplinado del votante de derecha, que va siempre a votar, sea quien sea su candidato, y del carácter abstencionista del votante de izquierdas. Si Alfredo P. es capaz de movilizar a ese electorado renuente, podemos ver un calco de los que sucedió en 1996, cuando un Aznar al que todo el mundo otorgaba mayoría absoluta hasta muy pocos días antes de los comicios, sufrió la más amarga de las victorias posibles.
8.- Un PP “de los nervios”. No hay peor cosa que saberse ganador de un partido a falta de cinco minutos del final, para ver demonios y jugadores inexistentes dispuestos a meterte un gol que te robe tal triunfo. Y eso es lo que acaba de pasar con la encuesta del CIS, para mí de las más veraces de esta país, gobierne quien gobierne. Que en menos de un mes te recorten tres puntos, desquicia al más pintado, sobre todo si eres la mala conciencia del partido, tu nombre es lo último que se pierde, fumas, juegas al golf y te gusta meterle el dedo en el ojo a tu espigado y Gallardo[n] compañero de pupitre...
9.- El Candidato. Suele decirse que a veces no hay peor enemigo que uno mismo. Y el Sr. Registrador de la Propiedad (y lo dice el CIS otra vez), no da la talla frente a quien tiene de principal rival. Y lo peor de todo es que es verdad. Decían de Franco que en la mesa de su despacho tenía dos cajones: uno que ponía “temas que el tiempo ha de resolver” y otro en el otro lado de la mesa que ponía “temas que el tiempo ha resuelto”... Ha habido ya uno y mil ejemplos de esa forma de actuar, que no convence a nadie y que desquicia a muchos (a mí el primero). Un candidato no puede ser “blandito”, y menos en la situación en la que estamos, tiene que emitir confianza y no buenos propósitos y buenas intenciones, cual responsable de relaciones externas de una funeraria. No me quiero imaginar lo que puede pasar en su partido si vuelve a perder estas elecciones: la cola para cortarle la cabeza puede llegar desde la Calle Génova hasta Arganda del Rey....
10.- Y la más importante de todas (modestia aparte): SERVIDOR, que ya ha apostado 20 euros con Media Humanidad que va a ganar Alfredín y que, como pierda, su Señora lo cruje...
He dicho.

jueves, 28 de julio de 2011

Las tres Ps

Muy buenas:

Ya se avecina la nueva temporada, en menos de un mes ya estamos en marcha.
Sin embargo, y antes de empezar, quisiera aclarar varias cosas que deberíamos tener en cuenta antes de meternos en faena, y que no son más que las tres Ps para sobrevivir en una categoría como la segunda división:
A) PACIENCIA: Si con lotina el año pasado yo pedí paciencia este año más: no vamos a subir en octubre, y una competición como la de segunda con 42 partidos es como dijo Toshack cuando estaba aquí y la primera eran 22 equipos: "es una marathón, sólo que no son 42 Kilómetros, son 42 partidos". Y 42 partidos en los que los rivales van a ir a por nosotros en el sentido más literal del término, con el handicap añadido de sólo dos puestos de ascenso y un play-off para el tercero...
B) PRUDENCIA: como dijo Arsenio, "nin son tan bó agora nin era tan malo antes". Y viceversa. Ni tirar la toalla a las primeras de cambio, ni dejarse llevar por la euforia si ganamos los 4 primeros partidos.
Empezar bien es fundamental y más en una categoría en la cual la igualdad es la tónica dominante, una categoría en la que se ha visto una vez sí y otra también a equipos en la mitad de la tabla a falta de 10 partidos para el final, meterse en primera por haber ganado todos o casi todos los partidos restantes, o por lo contrario, irse al pozo de segunda B (e incluso más abajo) de la forma más tonta por perder o no ganar esos 10 partidos.
Siempre me acuerdo del caso del Cádiz en la temporada 1982-83, donde al final de la primera vuelta estaba en mitad de la tabla en segunda, y al final subió a primera sobrándole victoria y media.
y C) PERSPECTIVA: saber de dónde venimos es una buena piedra de toque para restaurar una autoestima herida en un principio por un descenso traumático como el que hemos sufrido, y donde la gente ha reaccionado de una manera tan formidable, y que os digo a título particular, que me ha dejado a medio camino entre alucinado y profundamente conmovido. Pero de la misma forma que ello nos sirve para salir del pozo, nos debe servir para ver que adonde llegamos en su día fué a base de un esfuerzo por parte de todos muchas veces hasta sobrehumano. Y que por tener seis títulos no tenemos NADA ganado, y que para nuestros oponentes vamos a ser un reto a superar, en todos y cada uno de los partidos en los que se enfrenten a nosotros.
Y al Eterno rival, de cuyo nombre ya ni me acuerdo, lo que dijo Lendoiro, pero con otras palabras: "que Deus che dea a tí o que me desexas tí a mín dúas veces"...
He dicho.

viernes, 1 de abril de 2011

EL DIA DE LA VICTORIA

Siempre que es 1 de Abril, uno que es aficionadillo a la Historia, se acuerda del fin, hoy hace ya 72 años de la Guerra [In]Civil Española. Aquél día que los vencedores llamaban el Día de la Victoria... Y siempre me acuerdo del diálogo que en la magnífica película de Jaime Chavarri sobre el guión de Fernán-Gómez, “Las bicicletas son para el verano”, que narra las peripecias de una familia en el Madrid de la contienda, tienen los siempre geniales Agustín González y Gabino Diego, haciendo de padre e hijo, respectivamente:

- Papá, ha llegado la paz.
- No hijo, mucho peor: ha llegado la Victoria...

La Victoria... la de los unos sobre los otros, la de la Sinrazón sobre la Justicia, la del Palo sobre la del Diálogo, la de la Ignorancia sobre las Luces del conocimiento, y tantas otras nefastas victorias.
Para todos aquellos que cayeron o tuvieron que marcharse a otros lugares víctimas de la terrible contienda, sean del bando que sean, un [piadoso] recuerdo.